Las campañas de sensibilización que incorporan equipos de informadores, consiguen un resultado verdaderamente transformador a la hora de que la ciudadanía se corresponsabilice en la gestión de los residuos de forma más sostenible. A Lavola somos expertos en ejecutar campañas, tanto de larga como de corta duración, en colaboración con los ayuntamientos.
Para las administraciones públicas la gestión de residuos es un aspecto fundamental para lograr, por un lado, un mayor compromiso con la sostenibilidad y, por otra, para cumplir con la normativa comunitaria de la Unión Europea que fija unos baremos límite y obliga a tomar medidas para mejorar las tasas de reciclaje de los municipios, teniendo como horizonte que el año 2035 de manera gradual se deberán reciclar el 65% de los residuos urbanos.
En este contexto son varias las acciones que se impulsan desde los municipios, tales como ampliar la recogida selectiva, aplicar el sistema de recogida puerta a puerta, realizar una identificación de usuarios con tarjetas cada vez que se utiliza un contenedor o incluso iniciar pruebas piloto de recogida de fracciones de residuos por días diferenciados. En cualquiera de los casos el éxito de las acciones depende de cómo los usuarios las aplican, ya que sin la implicación de la ciudadanía y de los comercios, las medidas tomadas no consiguen tener el impacto deseado. Y es aquí donde las campañas de sensibilización entran en juego para garantizar el éxito de las medidas y para contribuir a que sean entendidas y bien recibidas por parte de la ciudadanía y que se efectúen correctamente.
Lavola tiene una contrastada experiencia en el diseño y ejecución de campañas de sensibilización, aportando una diferenciación sustancial y práctica respecto a las acciones de información. El equipo de campañas parte del convencimiento de que sensibilizar tiene un efecto más potente y transformador que informar.
A priori una campaña de información y una de sensibilización pueden parecer lo mismo, pero si bien los fines pueden ser compartidos, la manera de conseguirlos es esencialmente diferente. La acción informativa se caracteriza por transmitir un mensaje de manera unidireccional; el emisor puede adaptar el canal, el lenguaje o el formato para con el receptor pero no tiene en cuenta otras variables de la persona a la que nos dirigimos. Por el contrario, en las acciones de sensibilización el receptor y su contexto personal son el punto de partida del emisor para adaptar la actitud comunicativa y exponer el mensaje. La atención personalizada es determinante y en Lavola somos expertos en la selección, formación y fidelización de equipos de personas informadoras ambientales que con profesionalidad, asertividad y empatía tienen la habilidad de dirigirse a la ciudadanía para sensibilizar y promover un cambio real en sus creencias y actitudes.
Una de las estrategias utilizadas por parte de los equipos de personas informadoras parte de la teoría de las cuatro esferas del catedrático de psicología social y ambiental Enric Pol. Su tesis identifica que el comportamiento humano está sujeto a cuatro dimensiones diferenciadas a la hora de adquirir nuevos hábitos: las personas que reaccionan a partir de datos e informaciones racionales contrastadas; las que ponen por delante las emociones y sentimientos a la hora de actuar; las que priorizan aspectos funcionales y prácticos para incorporar cambios y; finalmente, las que actúan persiguiendo la aceptación social. Si la persona informadora ambiental, gracias a las aptitudes personales y la formación recibida, es capaz de identificar la esfera principal que opera en quién está hablando, podrá adecuar el discurso para tener el máximo impacto en el interlocutor.
Al trabajo en torno a los factores psicológicos y sociales se suma una planificación cuidadosa y consensuada del mensaje o mensajes claves que se quiere comunicar con cada campaña, así como la identificación de argumentos o informaciones preconcebidas que el equipo de personas informadoras debe ser capaz de rebatir para convencer a la ciudadanía. En paralelo, se recogen demandas y opiniones de la ciudadanía mediante la aplicación de creación propia Lv-Sinappsis para trasladarlas a los clientes y poder determinar el impacto de la campaña y dar información interesante que facilite la toma de decisiones de futuras acciones a realizar.
De este modo, las campañas de sensibilización ambientales que idea y ejecuta Lavola se diseñan para que el impacto que provoquen en público sea lo más efectivo y transformador posible, potenciando la atención personalizada a la ciudadanía a través del equipo de personas informadoras ambientales.