Entre el 26 y el 29 de abril tendrá lugar la segunda edición de la Biomarató Marina en el área metropolitana de Barcelona. Esta competición amistosa pretende conseguir el mayor número de observaciones de biodiversidad en un espacio y tiempo determinado.
El evento se encuentra dentro de la City Nature Challenge y está organizado por el área metropolitana de Barcelona y el Instituto de Ciencia del Mar (ICM-CSIC). La competición se basa en la participación de personas voluntarias que harán actividades de esnórquel, buceo y apnea para sumergirse en las playas del Área metropolitana de Barcelona para fotografiar las especies visualizadas. Con las imágenes conseguidas se realizarán varias sesiones de identificación de los ejemplares observados con el objetivo de ampliar el conocimiento de la biodiversidad de nuestro medio marino. La iniciativa la organiza y coordina Anèl·lides, Servicios ambientales marinos,en el caso de la ciudad de Barcelona.
El Centro de la Playa es el espacio donde se desarrollará la actividad que constará de una formación previa en la biología y la ecología de las diferentes especies que se espera encontrar en el mar, así como en la posterior identificación de todas las especies. Además, el sábado 27 se ofrece la posibilidad de descubrir el plancton marino gracias al Grupo de Zooplancton del Instituto de Ciencias del Mar que nos enseñarán cómo hacer a mano una red de pesca de plancton. Quien quiera aprender a pescar estos organismos microscópicos puede dirigirse al Puerto Olímpico a las 10 ya las 11’30h (no hace falta inscripción previa). Las muestras de zooplancton recogidas podrán ser observadas con las lupas del Centro de la Playa a lo largo de todo el ciclo de la Biomarató.
Así pues durante los próximos 4 días El Centro de la Playa se convertirá en un laboratorio de investigación para descubrir nuestro entorno marino más cercano a través de la experiencia.
Las observaciones realizadas se registrarán a través de la plataforma de ciencia ciudadana Natusfera y quedarán disponibles para todos. Posteriormente, pasarán a formar parte de GBIF (Infraestructura Mundial de Información en Biodiversidad, por sus siglas en inglés), que con casi 900 millones de registros constituye la mayor red mundial de datos de biodiversidad. De esta manera los datos serán útiles para la ciencia y para favorecer la conservación de la naturaleza de nuestras ciudades.