Este otoño Lavola ha impulsado una formación singular para las personas que forman parte de nuestros equipos educativos. Nos hemos reunido con profesionales de cuatro entidades representantes de cuatro tipos de discapacidad diferentes, con el objetivo de compartir la realidad de las personas a las que representan y buscar las mejores técnicas para atenderlos.
La inquietud de organizar esta jornada formativa surgió a raíz de las motivaciones del equipo de educadoras y educadores de Lavola que trabajan en CosmoCaixa, y se hizo extensiva a los responsables y coordinadores de otros equipamientos y programas educativos que gestiona Lavola. En nuestra práctica diaria realizando actividades y visitas guiadas, fácilmente se da la situación de atender a personas o colectivos que presentan alguna necesidad específica debido a su discapacidad o diversidad funcional. Ante esto, los equipos de educadores y educadoras se les pueden generar dudas e incertidumbres sobre cómo actuar para ser el máximo de respetuosos y inclusivos posibles con la realidad del otro. Y como profesionales de la educación tenemos que disponer de herramientas y recursos para poder realizar cualquier tipo de actividad y de adaptarla a las necesidades de los diferentes participantes.
Para programar y dinamizar la jornada se contó con el asesoramiento y la colaboración de Gemma Gálvez, responsable del Servicio de Promoción y Apoyo del Instituto Municipal de personas con discapacidades (IMPD) del Ayuntamiento de Barcelona, un organismo que trabaja para garantizar los derechos sociales de las personas con diversidad funcional. Conjuntamente con el IMPD se planteó una sesión para conocer de primera manodiferentes tipos de discapacidades (intelectual, relacional / social, auditiva y visual) ya partir de ahí, reflexionar sobre cómo mejorar la acogida y la atención a las personas usuarias de museos y actividades. Divididos en grupos reducidos y organizados por turnos consecutivos, se conversó con las cuatro personas representantes de las diferentes discapacidades. Durante este rato intercambiaban impresiones, dudas, incertidumbres y actitudes que se pusieron en común en la conclusión. Sobre la dinámica, el Roger Cardellach, coordinador de proyectos de Lavola cree que “el hecho de trabajar de manera separada las diferentes discapacidades permitió evitar las generalizaciones y entender que las necesidades son diferentes”.
El conjunto de experiencias, informaciones y recursos para mejorar la atención a la diversidad se harán extensivos a todos los equipos de educadores y educadoras en el marco de los planes de formación que Lavola desarrolla en los proyectos que gestiona.
La jornada se valoró muy positivamente; sirvió para recoger una serie de buenas prácticas a tener en cuenta a la hora de atender y de comunicarse con personas con discapacidad y ofreció una experiencia vivencial que fomenta la empatía y rompe tabúes hacia las diversidades funcionales. Como cuenta Jordi Vendrell, coordinador del equipo educativo del CosmoCaixa, “este tipo de formación donde se priorizan las experiencias directas de las personas afectadas en lugar del contenido, es más impactante y significativa por los asistentes”. En este sentido, Alba Escolà, coordinadora de diferentes programas educativos de Lavola, remarca que el hecho de haber podido conocer y tratar de manera directa con personas que sufren alguna discapacidad y con los colectivos que trabajan habitualmente ha servido para “normalizar la discapacidad, hablar sin prejuicios y saber cómo actuar para no herir sensibilidades”.
Así, por ejemplo, una de las buenas prácticas aprendidas es dirigirse directamente a las personas que tienen alguna discapacidad y no hacerlo a través del acompañante del grupo. Cuando se da la bienvenida es importante explicar quiénes somos, cuál será nuestra función y en qué consistirá la propuesta. Es bueno dejar tiempo para que la persona reaccione, descubra el espacio y el entorno, y comprenda la información que se les explica, evitando ofrecer ayuda sin preguntar antes. Durante el transcurso de la actividad, es útil hacer descripciones exhaustivas del entorno o de la situación, describiendo verbalmente las acciones que se están llevando a cabo para que la percepción no sólo pueda visual. Por ejemplo, indicar y presentar a las personas con las que están compartiendo el espacio y la actividad, y avisarles si alguna de ellas tiene que marchar. Es preferible utilizar términos orientativos y descriptivos del espacio tales como “a la izquierda de la mesa”, “delante de la puerta”, etc. en lugar de palabras como “aquí”, “allí” o “eso” que son poco precisas. Todo sumado propicia que el grupo se sienta bien atendido, normalizando su participación e incorporando actitud y recursos que hacen que disfruten del tiempo compartido.
Son los primeros pasos de un largo camino para hacer el fin de ofrecer actividades inclusivas. Sin embargo esta formación no ha sido la primera acción que Lavola emprende para poder atender a la diversidad:
En el acto de clausura de la temporada del Centro de la playa de Barcelona se llevó a cabo una acción de concienciación y recogida de residuos inclusiva con el objetivo de hacer que el cuidado del medio ambiente esté al alcance de todos. Una iniciativa del equipo de Lavola que coordina el equipamiento municipal y que contó con la participación del IMPD y donde se retiraron del litoral 8 Kg de residuos.
Por otro lado, el programa pedagógico “Coneguem els nostres parcs” de la Diputación de Barcelona, Lavola diseñó materiales educativos inclusivos, teniendo en cuenta criterios de accesibilidad e incorporando el sistema de lectura en Braille. Así se acercan los conocimientos sobre los espacios naturales protegidos en el alumbre con discapacidades visuales. El recurso se elaboró fruto de unas jornadas de formación organizadas por la Diputación de Barcelona.
En materia de inclusión social, Lavola apuesta por seguir promoviendo formaciones para los equipos educativos que mejoren la atención a la diversidad y los capaciten para elaborar o diseñar recursos didácticos inclusivos. Asimismo, se propone impulsar conjuntamente con los clientes, programas, acciones o actividades educativas inclusivas para garantizar una educación para el desarrollo sostenible accesible e integradora para todas las personas.